Es el Clásico perfecto: equipos cerca de máximos, título en juego y dos heridas abiertas, el duelo del Bernabéu y la cautelar a Dani Olmo y Pau Víctor, sobre la que calla el Madrid y arden su afición y el resto del fútbol español. Desde aquel 0-4 de octubre, el tiempo y los resultados han corrido en favor del equipo de Ancelotti. Aquella noche se vio a seis puntos del Barça, que subieron a nueve con el aplazamiento del duelo ante el Valencia una semana después. Ahora el Madrid está cinco arriba después de una fantástica última racha, con siete victorias y un empate desde la derrota purificadora en San Mamés. Con dos títulos en la mochila, ya sueña con el septete. En ese mismo periodo el Barça ha perdido tres partidos en el Camp Nou, en una crisis más de resultados que de juego (sigue el partido de hoy en directo en As.com).
En cualquier caso, en el centro del partido se sitúa la figura de Dani Olmo, fichaje estrella del Barça y víctima inocente de un caso que ha levantado en armas al fútbol español. Ya se perdió los dos primeros partidos de Liga ante la incapacidad de su club para inscribirle y se ha perdido los dos últimos por la misma razón. Hoy ya tiene ficha, pero quizá no tenga sitio. Dani Olmo no ha jugado un partido completo desde que llegó al Barça, se ha perdido seis por lesión y no marca desde noviembre. Ya en el Bernabéu salió a falta de 25 minutos y con el partido semirresuelto (0-2) en ese momento. Y Gavi, entonces aún de baja, ya ha sido cuatro veces titular desde su vuelta y marcó el primer gol ante el Athletic. Parece difícil que salga del once y casi imposible que lo hagan Pedri y Casadó. Este ha jugado todos los partidos de Champions al completo y ha estado en el once inicial en los diez últimos de Liga. Así que todo indica que el morbo se aplazará al segundo tiempo.
La otra gran duda azulgrana es el portero. Szczesny debutó en Barbastro y repitió ante el Athletic por un castigo disciplinario a Iñaki Peña. Su último encuentro antes de estrenarse con el Barça había sido el 2 de junio de 2024, con Polonia, en la Eurocopa. Sin embargo, sus actuaciones en el Barça han resultado convincentes y ahora queda en manos de Flick la decisión final.
Tchouameni funciona
En el Madrid hay menos que discutir. Después de cuatro meses de ensayos acierto/error Ancelotti parece haber dado con la fórmula ideal. El criticadísimo Tchouameni presenta un impecable balance como central. Ahí le puso el técnico italiano después de San Mamés y el equipo está invicto desde entonces. Eso le ha abierto un hueco a Camavinga en el doble pivote con Valverde, una patrulla que permite liberar a los cuatro magníficos. En los últimos ocho partidos el cuarteto suma quince goles. Todo apunta a que se repetirá el once ante el Mallorca una vez confirmada la recuperación de Valverde y Bellingham. También Modric, baja por gripe en la semifinal, estará disponible.
Los jugadores del Real Madrid Antonio Rudiger, Luka Modric y Endrick durante el entrenamiento de este sábado en Yeda.Alberto EstevezEFE
Ese pico de rendimiento en el ataque blanco coincide con un momento valle en el Barça. Lewandowski, que a estas alturas suma ya 25 goles, lleva tres partidos en blanco, y Raphinha, hasta diciembre mejor jugador del campeonato, ofrece el mismo registro negativo. Seis remates hizo ante el Athletic sin acierto. Lo compensa la vuelta de Lamine Yamal, el jugador que lo cambia todo. Con él, el Barça presenta un 77% de victorias. Sin él, un 40%. También ayuda el buen rendimiento de Pedri, que ya no es jugador cristal. Ha jugado todos los partidos del curso sin lesión. Los últimos, excelentemente.
Fueras de juego decrecientes
Mbappé también figura en ese grupo de jugadores al alza, más por sensaciones que por números, que esos nunca fueron malos. Para él más que para nadie el partido es un reto. No ha cuajado aún una actuación redonda y quedó marcado en el Clásico del Bernabéu por aquellos ocho fueras de juego. Eran otros tiempos del francés y también de Flick. Ahora ya no cabe el efecto sorpresa y es demostrable en datos: el Betis le arrancó un punto y le marcó dos goles sin incurrir en offside una sola vez; el Atlético solo cayó en cuatro ocasiones en su victoria en el Camp Nou; el Athletic, en cinco en la semifinal copera. En realidad, aquel Clásico quedó muy distorsionado por el resultado. Atendiendo al dato de los goles esperados, que está bien como análisis de tendencia pero que no tiene efectos contables, el partido debió acabar 1-2 o 2-3. Aquel día el Barça le quitó el balón (58% de posesión) a un Madrid sin remate pese a que el equipo blanco pisó más el área. Los onces respecto a ese partido variarán poco. En el Madrid entrarán Courtois, refuerzo sustancial, y Rodrygo, ausentes aquel día, por Lunin y Militao. En el Barça solo sale del once Fermín para hacer sitio a Gavi y está por ver si hay cambio de portero.
El centrocampista del FC Barcelona Dani Olmo, junto a Íñigo Martínez, durante el entrenamiento de este sábado en Yeda.Alberto EstévezEFE
Los registros de la Liga también revelan una superioridad del Barça en la tenencia de la pelota. También marca más goles, tira más veces, es más efectivo en el área ajena y recupera más balones. El granero de los primeros partidos es el que llena esa superioridad. El Madrid es más fuerte defensivamente y en las disputas.
El público estará dividido y la historia anda de parte del Madrid, que ha ganado siete de las nueve finales anteriores ante el Barça, seis con el viejo sistema del doble partido, una con el formato cuadrangular. El factor descanso, sin embargo, es blaugrana. La alteración de fechas por la disputa el 3 de enero del Valencia-Madrid le ha dado un día más de descanso, ese intangible que tanto reclaman los técnicos y que luego no tiene demasiado reflejo en los resultados.
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