El partido entre Real Madrid y Atlético de Madrid se marchó a la tanda de penaltis, lo que le faltaba ya a una eliminatoria de infarto que no dejó indiferente a nadie. Y, como tenían que reunirse todos los condicionantes, el VAR anuló uno de los lanzamientos, el de Julián Alvarez, que acabó dentro, pero no subió al marcador porque hay un doble toque o, al menos, eso ven desde la sala VOR, ya que la repetición deja dudas. Al resbalarse, presuntamente el balón le acaba impactando después del golpeo. Acaba dentro, si bien no se autoriza por esa situación. De lo más extraño, si bien las normas son claras…
Pese a que muchos insisten en que se trata de una lotería, en una ceremonia de esta magnitud hay un clarísimo componente psicológico más todo lo que los porteros preparan, estudian a los lanzadores… A la hora de la verdad, los futbolistas apuestan por disparar a su lado más favorable… O quizás se pongan nerviosos y terminen por fallar condenando a los suyos al abismo.
Antes del ritual, Llopis trabajó con Thibaut Courtois los lanzamientos, recordando dónde suelen tirar los jugadores del Atlético de Madrid. Junto a ellos, Lunin, un especialista con 30% de posibilidades de éxito y que ya fue el héroe ante el Manchester City en la eliminatoria de la pasada temporada. Se vio al ucraniano completamente implicado, dando consejos e indicaciones a su compañero belga. Mismo ritual en los rojiblancos, con Oblak estudiando al detalle la ejecución de los madridistas.
Marciniak procedió al sorteo, clave ya que las estadísticas marcan que hay más posibilidades de ganar si lanzas en primera posición y porque también puede resultar trascendental disparar ante el fondo de animación, porque impondrá una mayor presión para los jugadores de Ancelotti. Finalmente, fue el Real Madrid el que lanzó de inicio y el Atlético se conformó con la segunda posición.
El primero en ejecutar fue Mbappé, que con total tranquilidad transformó al lado derecho de la portería. En la misma línea, Sorloth. El segundo lanzamiento fue lanzado exactamente de la misma forma por Jude Bellingham. Más sufrido para los rojiblancos fue el de Julián Alvarez, que se resbaló antes de meterla en la escuadra. Pero en este fútbol moderno hay una nueva variante: el VAR. La repetición demostró, para los de la sala, que el delantero del Atlético de Madrid toca dos veces el balón por caerse al suelo y, por tanto, su lanzamiento debe ser anulado. Es cierto que la repetición deja alguna duda, no hay un clarísimo movimiento de balón.
De hecho, no se sabe si primero toca con la izquierda y luego con la derecha. O si primero con la derecha, luego con la izquierda. O incluso si primero con la izquierda, luego con la derecha y por última vez con la izquierda. Aquí hay una imagen en la que parece que hay un pequeño desplazamiento primero con la pierna de apoyo y luego la del golpeo.
— ipan (@soyyoipan) March 12, 2025
La normativa de IFAB refleja lo siguiente en su norma 14: “El lanzador no podrá tocar el balón por segunda vez hasta que lo haya tocado otro jugador. El rebote del poste o el travesaño no está incluido. En caso de tocarlo, se sancionará con libre indirecto“. En este caso, como hay doble toque sin que el balón entre en la portería, directamente tiene que ser anulado. Pese a que es difícil verlo en la primera repetición, la cámara lenta evidencia que ha existido un doble toque que acabó condenando a los rojiblancos a la eliminación.
La regla es clara y, aunque no lo vio Marciniak en primera instancia, ahora la tecnología interviene para corregir este tipo de detalles, del mismo modo que arreglaría si un portero se adelantase y tuviese los dos pies por delante de la línea o cualquier otra circunstancia.
A posteriori, Lucas falló, lanzando al mismo lado, el derecho, que sus compañeros, pero Oblak le adivinó la intención y no estaba especialmente bien lanzado. El Atlético se las prometió felices, también falló Marcos Llorente, con un zambombazo al larguero, que no entró por los pelos. Rudiger transformó el decisivo para la clasificación a cuartos de final del Real Madrid, en un lanzamiento no ejecutado de la forma idónea, pero que el guardameta rojiblanco no pudo detener tras adivinar. “Si me tirase antes, lo paraba fácil, pero tenía que esperar hasta el final. No he llegado bien al balón, he llegado un poco tarde y por eso ha entrado”, reflexionó Oblak tras la conclusión.
Valverde, desatado, comentó las sensaciones en una tanda así: “Para todo aquel que haya tirado un penalti es un desahogo. Muchos nervios en la caminata, muchas cosas que se te pasan por la cabeza… Tienes mucha gente detrás, pero gracias a Dios hemos ganado”.
Era la sexta vez que Real Madrid y Atlético se enfrentaban en una tanda de penaltis, siempre ganada por los blancos. En esta ocasión volvió a ocurrir, con polémica, VAR y un altísimo grado de emoción.
El contenido exacto de la norma
“Una vez que los jugadores hayan ocupado su posición de conformidad con la presente regla, el árbitro dará la señal para que se ejecute el penal. El ejecutor del penal tocará el balón con el pie hacia delante; se permite golpearlo con el tacón siempre que el balón se mueva hacia delante.
En el momento del golpeo, el guardameta deberá tener al menos parte de un pie en contacto directo con la línea de meta, sobre esta o por detrás de esta. El balón estará en juego en el momento en que se golpee y se desplace con claridad. El ejecutor del penal no podrá jugar el balón por segunda vez hasta que lo haya tocado otro jugador. La ejecución del penal se completará cuando el balón deje de moverse, deje de estar en juego o el árbitro detenga el juego por alguna infracción de las reglas.
Tras el lanzamiento del penal:
• si el ejecutor del penal volviera a tocar el balón antes de que lo toque otro jugador: se concederá un libre indirecto (o libre directo en caso de que el ejecutor cometa una infracción por mano)“.
También en la regla 10 se expone lo siguiente:
“Si el lanzador es penalizado por una infracción cometida después de que el árbitro haya dado la señal para ejecutar el lanzamiento, se registrará este como fallado y se amonestará al lanzador”.
