Se cumplieron las profecías. El Tottenham llevaba 29 partidos consecutivos marcando en casa en Europa League… y volvió a hacerlo. Tres goles que sirven a los de Ante Postecoglou para seguir avanzando en la Europa League, su gran esperanza de esta temporada. El rival en cuartos se conocía antes incluso del inicio del partido: el Tottenham se enfrentará al Eintracht Frankfurt en la siguiente ronda.

No era ni mucho menos la situación ideal de inicio para el Tottenham, después de un partido de ida en el que los de Ante Postecoglou apenas hicieron acto de presencia. La acción más destacada de un jugador de los del norte de Londres fue, precisamente, el gol en propia puerta de Bergvall. Sin embargo, la mayoría de las estadísticas invitaban al optimismo para los ingleses; especialmente, que el AZ nunca había ganado en Inglaterra en las grandes competiciones europeas.

Para empezar, eliminatoria igualada

Por si acaso, Postecoglou hizo seis cambios respecto al once de la ida para asegurarse ideas frescas en todas las líneas. Al principio, no obstante, la dinámica del encuentro fue esencialmente la misma que en el partido de una semana antes. AZ y Tottenham se tenían mucho respeto mutuo y ninguno de los dos quería ser el primero en cometer un error.

El gran cambio respecto a la ida fue el nivel de Heung-min Son, mucho más activo que en el AFAS Stadion. Todas las jugadas del conjunto de Londres empezaban, pasaban o terminaban en sus botas. Así sucedió con la más importante: la del gol. La presión del surcoreano provocó una pérdida de la defensa del AZ que Solanke aprovechó para poner un pase franco a Odobert. El francés sólo tuvo que colocar la pelota en la parte izquierda de la portería de Owusu-Oduro para mandar el encuentro al descanso con la eliminatoria igualada.

Tarea completada con incertidumbre

No pudo comenzar mejor la segunda parte para el Tottenham. No habían transcurrido ni tres minutos completos cuando los del norte de Londres aprovecharon una pérdida del AZ en el centro del campo para salir corriendo a toda velocidad. Dentro del área rival combinaron Son y Maddison y fue el segundo, el capitán del equipo inglés, el encargado de finalizar la jugada y darle la vuelta a la eliminatoria.

No obstante, quince minutos después Koopmeiners igualó de nuevo el cruce con otro gol que aprovechó un error en la salida de balón. Los cuatro primeros tantos de la eliminatoria habían llegado tras fallos del rival. En ese festival de la equivocación, en cambio, el quinto tanto iba a ser un pleno acierto del Tottenham. Los de Postecoglou elaboraron una jugada excelente por la banda izquierda que finalizó Odobert en el segundo palo para adelantarse, ya de forma definitiva, y asegurar la clasificación a cuartos.