El fútbol no puede ser más cruel con el Atlético y más leal al Real Madrid, que encontró un truco final para eliminar a su eterno rival y colarse en los cuartos de final. ¿Creían que lo habían visto todo? Pues el Metropolitano vivió un capítulo más. Esta vez no fue un gol en el 93′, sino otra tanda de penaltis en la que se le anuló un gol a Julián Álvarez por tocar dos veces el balón en el lanzamiento. Lo cazaron el VAR y los jugadores del Madrid y lo anuló Marciniak. Lo nunca visto. Un punto más de crueldad del Real Madrid con el Atlético, que ganó 1-0 el partido y resistió el asedio final del Madrid.
El Atlético siguió al pie de la letra el manual de las remontadas. ‘Ambiente infernal y un gol antes de los diez minutos’, reza el protocolo. Pues 30 segundos tardó el equipo rojiblanco en igualar la eliminatoria. No se le había disuelto el Vicks VapoRub del pecho a los jugadores del Madrid y ya celebraban los atléticos con sangre en el ojo. Ambición, hambre, llámenlo como quieran. Ahí estuvo la diferencia en la primera parte.
El Real Madrid se clasifica en los penaltis
El Madrid no se enteró de qué iba la película en el Metropolitano hasta que entró Brahim al campo. En la primera hora cayó en la trampa del Cholo desde el minuto uno. Los blancos creyeron tener el partido controlado porque tenían la pelota, pero la posesión fue inútil. El Madrid movió la pelota como un parabrisas, de un lado a otro sin profundidad. Ni cosquillas. ¿Ocasiones? El penalti provocado por Mbappé y ya está. En la otra portería, Courtois se multiplicaba.
Pero el Madrid es el Madrid y para echarle de la Copa de Europa… No se sabe qué hay que hacer para echarle de la Copa de Europa. Otra vez plantó el Madrid su bandera en el verde del Metropolitano tras el último lanzamiento de Rüdiger, que se erige en el talismán del Madrid desde los once metros. Como en Mánchester ante el City. El alemán es valiente y vuelve a tener otra foto para la historia.
Gallagher dio la razón al Cholo en 30 segundos
Gallagher fue una de las novedades de Simeone en el once y antes del primer minuto ya estaba celebrando el 1-0. No le hacía falta al entrenador del Atlético esperar al descanso para ver si le había salido bien la jugada. Leyó a la perfección el partido Simeone, reforzando la banda por la que más había sufrido en el encuentro de ida. Rodrygo, que disfrutó en el Bernabéu de una autopista con Javi Galán y Lino, se topó con una carretera de adoquines en el Metropolitano con Reinildo y Gallagher.
Courtois sostuvo al Madrid
Y el Madrid estuvo con vida hasta el minuto 120 porque bajos los palos tiene a un extraterrestre que se llama Courtois y que salvó al Madrid de todo. No pudo hacer más milagros el belga para mantener con vida a su equipo. Fue el único jugador del Madrid que alcanzó el sobresaliente, aunque no paró en la tanda.
Vini lo mandó donde Ramos
El penalti de Vinicius estuvo a punto de pasar a la historia negativa del Real Madrid, como pasó en su día el de Sergio Ramos ante el Bayern. El Madrid tuvo la eliminatoria en el 70, con una pena máxima a favor que Mbappé y el propio Vini pactaron en favor del brasileño. Buscó la escuadra y lo mandó a las nubes. Estalló el Metropolitano, que lo vio posible. Parecía escrito que este iba a ser el año del Atlético, pero si Vini hizo un Ramos, Llorente fue Juanfran.
Fue en el minuto 70, con 1-0 en el marcador.
El Metropolitano estuvo de diez
Apuntaba a ser la mejor noche de su historia. Sin duda. Por la previa, por el inicio, por la prórroga, por el final, por el guión. Por todo. El aficionado atlético estuvo a punto de vivir la noche perfecta, la que le faltaba, la que llevaban soñando desde que Ramos cabeceó en Lisboa. Hasta su archienemigo Vinicius falló un penalti. Pero el último truco del Madrid con ese resbalón de Julián les volvió a meter en la pesadilla, aunque reaccionó como siempre: apoyando al equipo.
Correa salió y la lio… pero bien
Correa la lio buena cuando saltó al terreno de juego, pero esta vez no como en Getafe. El argentino fue una pesadilla para el Real Madrid y estuvo a punto de evitar la prórroga con una genialidad en el área, con sombrero al gigante Rüdiger incluido. En la primera parte de la prórroga dejó un control en carrera espectacular que no acabó en gol de Sorloth porque apareció el defensa alemán.
El Madrid siempre podrá contar con Valverde
El uruguayo, lesionado hace una semana, volvió a firmar un partido descomunal. Primero en el lateral derecho, luego en el centro del campo. Su despliegue físico fue espectacular, el más generoso de todos los jugadores del Madrid que actuaron en el Metropolitano. Se la jugó desde el punto de penalti y no falló.
Szymon Marciniak: la perfección en el arbitraje
La UEFA lo tenía claro: Marciniak para la vuelta del Metropolitano. Y qué recital del colegiado polaco. Un partido de alto voltaje lo convirtió en un encuentro de puro fútbol del que no se hablará de árbitros. Acertó en todo y sin necesidad de acudir al VAR. Y la gestión con los jugadores, perfecta. Ni un encontronazo se le fue de madre.