Maleficio. A la hora de escribir estas líneas Simeone comanda a los suyos en la vuelta alrededor del estadio. El técnico argentino es el primero en aplaudir a la gente y en pedir que la afición aplauda a los suyos. Detrás, todos los jugadores del Atlético, destrozados por lo que acababa de suceder. La afición coreó a muerte el himno del club rojiblanco. El Atlético se despide de la Champions, pero lo hace a lo grande. Como le pide su gente. De pie y llevando al máximo a su rival. El Atlético lo dio todo en el campo y eso es lo que le exigen los hinchas a su equipo. Nada que reprochar. Sigue el maleficio con el Real Madrid en competición europea. Y también en los penaltis.
Memorable. El Metropolitano vivió un ambiente espectacular. El recibimiento al equipo fue increíble, con miles de aficionados esperando la llegada de los rojiblancos. No por ser algo habitual en los grandes partidos deja de ser digno de reseñar. En el estadio no hubo ningún problema. Seguro que muchos estaban aguardando al Atlético en este sentido. La afición apretó y llevó en volandas a los suyos. La asistencia fue de 69.304 seguidores, casi el máximo pues hay butacas que no se pueden ocupar por razones de seguridad. El estadio recibió a los equipos con un tifo y con una leyenda en la que se podía leer; “Me mata, me da la vida”, Espectacular también. En pocos estadios se vivirá un encuentro con la pasión que se vive en el feudo del conjunto rojiblanco. Muchos pensaban que tras la marcha del añorado Vicente Calderón el ambiente no sería el mismo, pero se equivocaron. Si el Manzanares imponía, el Metropolitano aún más. Lo siento por tantos y tantos atléticos que lo dejaron todo, mis amigos de Lorca, Raúl, de Alicante, que se desplazó con su mujer y su hijo… Pedro y su peña 2000 de Alcorcón. Marina, sabes que la diosa fortuna nunca fue aliada del Atlético. “Papá tranquilo. No ha podido ser… ya llegará. … paciencia”. El mensaje de mi mujer me llega al alma. Gracias Eva, por tanto apoyo. Por cierto, tras ganar a los penaltis, y mientras corría a abrazar a los suyos, Courtois se giró a la grada del fondo sur con gesto de triunfo, algo a todas luces innecesario. Por cierto, los malos modos llegaron de aficionados ultras del club madridista que quisieron entrar al estadio. Señor José Manuel Rodríguez Uribes, indeseables hay en todas partes.
Los penaltis. El Atlético no ha tenido suerte históricamente en los lanzamientos de penaltis. Es algo que se le suele dar mal al equipo madrileño. Así ha perdido finales de Champions, de Copa… Y en esta oportunidad la fortuna tampoco sonrió al Atlético. Y fue algo más cruel de los habitual, ya que Julián Alvarez marcó su lanzamiento, pero dio dos veces a la pelota. No sé si el final podía ser más despiadado para el Atlético. Y Marcos Llorente lanzó al travesaño. Algún día el fútbol beneficiará al equipo rojiblanco.
Futuro. El Atlético hizo todo lo que tenía que hacer en el encuentro. Marcó nada más empezar, se replegó, intentó jugar a la contra… Pasó por momentos buenos y por otros no tanto. El futuro es de Giuliano, inmenso en su lucha, en su sacrificio, en su pelea…. De Julián Alvarez, de Barrios, también gran encuentro del canterano después de algunos en los que ha estado más flojo. El futuro es positivo. Los que están deseando que el ciclo de Simeone se acabe quieren que el Atlético pierda ante el Barcelona para hablar de fin de ciclo… y todas esas chorradas.
La Liga. El equipo del Cholo está fuera de la competición europea. Pero queda mucha tela por cortar, como se decía antes. Queda el campeonato liguero y también la Copa. El domingo hay otra final, esta vez ante el conjunto azulgrana. Costará levantar el ánimo, pero no queda más remedio. Vuelvo al principio. Nada que reprochar. Y con el lema del tifo: “Me mata, me da la vida”. Si hay alguien que sabe luchar, levantarse después de caer y volver a pelear, es el ATLETI.
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