Hay otro Simeone en la ciudad

Como de bien nacidos es ser agradecidos, vayan por delante los parabienes para esos genios que nos tuvieron hasta no tan lejos de la medianoche de un martes de febrero en el páramo donde se ubica el Metropolitano. Como a estas alturas importa mucho más el espectador que el aficionado, entre todos se las apañaron para que menos personas de las debidas presenciaran en vivo un partido que, desde la perspectiva rojiblanca, era de lejos el más importante de la semana. Podemos ponernos estupendos los medios marcando agenda, pero siempre quedará un Simeone, Diego Pablo en este caso, para darse cuenta de que la Copa no tiene vuelta atrás y de que pase lo que pase el sábado aún habrá 15 jornadas de Liga para remediarlo.

Giuliano en Liga, Champions… ¡y doblete en la Copa!

Ya que había que jugar, el Atlético jugó. Estupendamente, de hecho. Dejando un primer acto en el que hizo tres como pudo hacer seis. Si no cayeron más, de hecho, fue porque paradójicamente los puntas estuvieron entre lo más flojo del equipo. Fiel a sí mismo, El Cholo había diseñado un once absolutamente reconocible, más allá de que Barrios se cayera por indisposición, ese cajón de sastre, con los retornos de Giménez y Galán como apunte. No contaría el del traje negro habitual, chándal para la Copa, con que Griezmann y Julián se perdieran en barroquismos, primero, ni con que toparan con Letacek o su propia impericia, después.

Gol de Samu Lino (3-0) en el Atlético de Madrid 5-0 Getafe

Leído así puede entenderse que el equipo local dominó sin acierto. Nada más lejos de la realidad. Porque para eso hay otro Simeone en la ciudad. Giuliano, para servir a la causa. El 22 había descerrajado el partido bastante antes de que los minutos disputados coincidieran con su dorsal, primero cabeceando picado un servicio de Galán en lo que Uche reclamaba que lo había molestado el colegiado unos cuantos segundos antes, carnaza para los que la quieran; después completando una contra que había tirado Julián pero que, aguante Argentina, resultó absolutamente deliciosa a partir de que De Paul la pusiera justo donde podía llegar su compañero pero no su rival.

Gol de Correa (4-0) en el Atlético de Madrid 5-0 Getafe

Bordalás había dispuesto un once con Bernat y Terrats. O sea, con dos tipos anunciados como futbolistas del Getafe un día antes. En ese sentido fue fiel a sí mismo, continua petición de refuerzos, y sobre todo a lo que ya había hecho el fin de semana, Juanmi titular sin haber entrenado prácticamente con sus nuevos compañeros. En lo que al lateral respecta, atendiendo al citado autor de los dos goles, parece que no fue la mejor decisión del míster azulón. En lo que al centrocampista se refiere, tardó en mostrarse pero terminó haciéndolo. El problema desde esa perspectiva es que antes del descanso, después de que Grizi y Juli fallaran las suyas, aún llegó un tercero. De Lino, que se hizo un llavero con Iglesias y embocó con la derecha.

Gol de Sorloth (5-0) en el Atlético de Madrid 5-0 Getafe

Entonces, sí. Entonces el Getafe hizo acto de presencia en el área de Musso. Con dos de Uche que se fueron desviadas pero que al menos dejaron constancia de que había otro equipo allí. Con todo un segundo acto por delante, pero con un mundo de distancia. Porque si algo caracteriza a la tropa de don José es la fortaleza defensiva, que no la facilidad para hacer goles. De hecho habían encajado más en los 47 minutos dispuestos por el del silbato que en el resto de 2025, mes y algo ya, así que aquello se antojaba causa perdida. Hubo triple cambio por si acaso, pero tan cierto es que aparecieron del tirón tres de arriba como que se marcharon del tirón tres de arriba.

El Atlético pareció bajar la persiana a la que un fuera de juego de Galán invalidó el que hubiera sido tercer gol de Giuliano. Así que las dos siguientes corrieron a cuenta de Musso, en ambos casos ante el empeño precisamente de Terrats. Entre una y otra Simeone hizo también tres sustituciones del tirón, concediendo descanso entre otros a… Simeone. Y entre los de refresco andaba Correa, que, con el partido mustio ya, sacó un derechazo raso y lejano, primero, y asistió a Sorloth, después. Eran los sorprendentes cuarto y quinto, porque no resulta el que visitaba el Metropolitano un equipo que atienda normalmente a goleadas. Ahora sí: ahora el otro derbi. El menos importante. Por si acaso, un aviso: Simeone ya son dos. Giuliano es el que faltaba…

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